Anhelo otorgarle voz a lo fundamental:
La exuberante multiplicidad de estados de la percepción.
Busco apreciar la esencia, en profundidad.
Donde la poesía brota, vibra y se pronuncia.

30 dic 2015




SIN FISURAS, LA PERPLEJIDAD 




Su visión abastecida
en lo cabal.
Como una perplejidad sin fisuras.

Permanecer en el trayecto
de la intrincada extrañeza
del aire en la roca del sonido
de la flor que vibra como espacio.

Festejar la antigua ruta que pervive
en la memoria de las plantas
de esos pies que caminan para recordar.

En la retina de todo aquello
que alcanzó a percibir
algún ínfimo signo
de lo acaeciente.



Collage: Eugenia Loli



19 nov 2015




El Museo de los Paisajes Solemnes


Este cubierto me delimita.
Este cubierto vendaval de pájaros.
Este tiempo físico.

Crece lo que no puede.
Extinguida sábana de episódicos vitrales.
Se origina la sonrisa de una roca
en el museo de los paisajes solemnes.

Vuelan todos los paisajes, deslizándose unos sobre otros, palpándose las comisuras...
Eclosiona la elíptica perpetuidad.

Las glándulas fosforescentes de algunas alas
emiten sónicos tempos de corporeidad.

El cuerpo en tránsito relampaguea 
hacia alguna variopinta extensión del lugar.


_______________________
Ilustración: Andrew Tilsley


10 nov 2015




EL HUESO DE LA LUZ



La piel de la piedra que se fundió en un árbol.

Suben bajando los caminos que escuchan 
el sonido de los ojos cuando miran el viento.

Sobre los pasos de nuestros pasos
se yerguen lapsos que respiran
y que saltan con sus cabezas
trazando susurros de un lenguaje futuro.



EL HUESO DE LA LUZ 

-Bajo las venas del aire-


La oscuridad es el hueso de la luz.
La luna habita en el interior del sol.

La oscuridad es la luz sin su carne.
La carne de la luz contiene las venas del aire.

La piel de la noche se estremece ante los restos del día.
El sol arañó el aire y las nubes sangraron.

Brotan los relámpagos del suelo que pisaron las estrellas.
Sobre el hueso de la luz hay inscritos versos sagrados.



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|Pintura: Vladimir Kalinin|


28 sept 2015




FUERZA


Prende fuerte esta música.
Alumbra tu juicio de luna.


Se les desapareció el rostro.
Zancadas dan las piernas del crepúsculo.


El afuera es de madera.
Este cuerpo es viento.


El adentro corre hacia sí.
Sabrosas las luces que prendieron la mañana.



_______________________
|Pintura: Mihai Adrian Raceanu|

24 sept 2015



CENICERO DE LLUVIA CINEMÁTICA

Los innúmeros tránsitos nocturnos 
convergen en melodías cinematográficas. 
Ilusión secuenciada, transfigurada en antílope microscópico.

El corazón repleto de ojos 
proyecta mil miradas, mil impresiones de sentido. 
El espectador, expectante, sonríe lágrimas de vívidos diálogos. 
Impregnados en sus ojos y en sus manos
porta paisajes que invitan a viajar. 

Camino hacia adentro, en esperanza. 
Advierto el mérito de la inmersión diurna. 

Presientes el próximo latido 
escrito en ceniza de lluvia. 
El Sol viene inferido en la rotunda fragilidad de la luz.

Llueven números, fragmentos de lógica. 
Traen significados saturados de universo. 
Vuelven las palabras a definir la cosecha del viento.

Cacarean las estrellas 
sobre los rostros de las cosas,
iluminados por los sonidos de la noche.

Vuelve a ver las palabras entre la oscuridad y tú.



______________________
Ilustración: Tim White

30 ago 2015



ACARICIANDO ROSTROS


Mis caricias funden hielo y descubren un rostro.
Se me deshielan los ojos.
Veo un rostro que es el mío. Lo acaricio.
Así puedo ver otros rostros.

Acaricio el rostro de mis padres.
Y el de un gato.
El de aquel perro que me observa.
El rostro de un pájaro.
Acaricio el rostro de un árbol.
De una piedra.
De una casa.
El rostro del sol.
Del mar.
Del horizonte.
Acaricio el rostro de cada límite.
Y sus rostros acariciarán a otros.


<><><>

Ser lo que acaricia. 
Percibirse en ello.
Valorar la caricia. 
Reconocerla.
Para que no me pase desapercibida. 



26 ago 2015



EL HUESO QUE NOS ROE


Apacible hueso que nos roe.
Cuánto roe este cálido hueso…

Un desconcierto de huesos 
royendo ciudades y espejismos.

Roe cada bar
cada escuela
cada ascensor
cada carretera
cada conversación
cada dormitorio
cada lugar común
cada cielo
cada armario
cada árbol
cada libro
cada voz
cada olor
cada pensamiento
cada frontera
cada silencio 
cada movimiento
cada atisbo de suceso...
-Roe cada pálpito-
Hueso que roe su propia médula.

Hueso que roe su pulso medular.



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Pintura: Herman Smorenburg

26 jul 2015




Caparazón de lluvia.
Caparazón de viento.
Caparazón de sol.
Caparazón de luna.
Caparazón de nube.
Capa de razón. 
Guarecerse más allá de la tierra.
Copa de razón. 
Beberse el pensamiento.
Para integrarlo.
Para integrarse.
Correr a través de la mente.
Gravitar en el latido imprevisto. 
El silente corazón del aire.


Caparazón de día palpitando en la noche.
Caparazón de noche palpitando en el día.



___________________________
Grabado: Marius Liugaila


15 jul 2015



LOS MÁRGENES INCONCLUSOS


La pared de aire 
envuelve un objeto de luz.

El árbol de mar
emerge la flor de coral.

La armadura en éxtasis
enciende el sonido del silencio.

Vítrea expresión,
extraño ímpetu.

Nos llaman.

Las hojas del agua.
Los pétalos del fuego.

En algún lugar
Alguien
Siembra koalas traslúcidos

Cosecha barcos 
-ciempiés-
que danzan sobre brasas 
-enraizadas-
en sonoras nieves 
-selváticas-.

Éter desasido de su espacio.
Sombra ardiente
Respiración convexa
Pálpito relampagueante

Implosiona el silencio
Como sereno hálito.






(Fotografía: Oleg Oprisco)

18 jun 2015



SÍMBOLOS UBICUOS


Reptan 
en el fuego
de la noche 
que deslumbra.

Se arrastran las ideas en las luces,
como objetos vívidos 
que destellan su psique.

Anhelan trascender
sus espacios de suceso
en las noches reflectantes.

Serpentean los conceptos infinitos:
respiran las estelas
sus distancias vibrantes.

Ubicuidad 
en los símbolos 
que reverberan.




18 may 2015




LA MARAVILLA DE LA PERCEPCIÓN


Los niveles de oxitocina del aire
influyen en la percepción de los astros.

La serena nervadura observa
tan solo aquello que le está predispuesto.

Canciones de lava espectral
burbujean alrededor de edificios sintientes.

El mundo abre sus fauces
y grita
objetos que prenden las galaxias:
magia que late en el límite interno.
Sonrisa del mar imperceptible.




26 abr 2015





DESENMASCARARSE LA ASFIXIA


¡Abrázame!

Abraza mis sesgos de Plutón:
acaríciame la sombra,
con el arrojo de lo primordial.
Mientras, yo acariciaré tus claroscuros.

Sintámonos.
Escuchemos
cuán voraz es nuestra hambre.

Qué intenso nuestro tiritar...

Y, sin más:

(Un ancho
espacio
en blanco)

Nos perdimos.
¿Adónde fuimos?

Las invisibles manos 
de nuestras conciencias
intentan palpar el aire,
siendo ellas él, 
intentando palparse a sí mismo...

¿Adónde fuimos?

Llegó la hora de buscarse.
Sin conocerse.
Sin saber.
Sin ver.
Sin ser.

Solo percibiéndose la existencia
de forma intermitente . . .

Y andar, y andar...

Y, en algún momento, preguntarse:
¿cuántas otras no presencias
estarán andando, también, sin verse?

"Quizá alguien pueda abrazarles,
para que puedan percibirse."

Quizá… podamos abrazar
las particularidades
de nuestros conatos de existencia.

Y los ecos abruman el pensamiento.

Entonces, brota la lluvia
de quien ha percibido demasiado hondo.
Y los pies y el cuerpo aparecen,
resbalándose en su llanto.

¡Abrázame!
¡No me siento en este intenso desierto!

Y descubrimos...
De las lágrimas derramadas en el desierto blanco
comienzan a brotar principios de colores.

Y sentimos más. Y soltamos más.
Expresamos todas nuestras inquietudes...

“Solo... Solo...
Abrázame...”

Ahora podemos comenzar a percibir una figura sobre el desierto.
Esa figura aparece en lo que expresamos.
Alguien que se abraza a sí mismo
cuando nuestras miradas se encuentran.

Me reconozco en él
y él se reconoce en mí.

Nos reflejamos
en la expresión de nuestra emotividad.

Es así
como podemos comenzar
a abrazarnos.