El Museo de los Paisajes Solemnes
Este cubierto me delimita.
Este cubierto vendaval de pájaros.
Este tiempo físico.
Crece lo que no puede.
Extinguida sábana de episódicos vitrales.
Se origina la sonrisa de una roca
en el museo de los paisajes solemnes.
Vuelan todos los paisajes, deslizándose unos sobre otros, palpándose las comisuras...
Eclosiona la elíptica perpetuidad.
Las glándulas fosforescentes de algunas alas
emiten sónicos tempos de corporeidad.
El cuerpo en tránsito relampaguea
hacia alguna variopinta extensión del lugar.
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Ilustración: Andrew Tilsley